domingo, 16 de febrero de 2014

Entender a nuestros padres :)

Amigos, ¿Como están? Espero que muy bien y que Dios este acompañando su camino, en el día de hoy quería regalarles esta hermosa carta que encontré en internet escrita por una madre a su hija, donde le habla que cuando llegue la última etapa de su vida la entienda, quizás algunos estén pasando por esta etapa donde nuestros padres vuelven a ser niños y nos cuesta mucho entenderlos, en mi casa lo vivo con mi abuelita, pero es como una madre para mi, y es extraño verlas tan dependientes, que ya no son lo que eran antes, que se olvidan de muchas cosas... Es todo un proceso, no solo en la vida de ellas o ellos sino que también en la vida de los que la rodean, y en esta carta pueden ver una hermosa manera de enfocar esta realidad, espero la disfruten :)

CARTA DE UNA MADRE A SU HIJA
Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor, y recuerda los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña. Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida. Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante. Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos. Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré. Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija.

2 comentarios:

  1. hola paso visitando su blog, bendiciones desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias amiga Noemi! :) Todo se hace con mucho amor.

      Eliminar